Desde Huerteco cerramos el proyecto EcoBurgos 2.0, una iniciativa de educación ambiental que ha conectado a jóvenes y barrios de Burgos con la naturaleza urbana. Gracias al apoyo del Ayuntamiento de Burgos, hemos podido ampliar nuestras actividades, llegar a nuevos espacios verdes y sumar más voces al cuidado del entorno.
El objetivo ha sido claro: despertar conciencia ambiental, fomentar el liderazgo juvenil y promover acciones locales que protejan el planeta. Lo hemos hecho con propuestas creativas, participativas y adaptadas a la realidad de quienes viven en Burgos, especialmente jóvenes entre 15 y 24 años.
Durante el proyecto hemos realizado:
- Talleres ambientales gratuitos para todos los públicos
- Actividades sobre aves nocturnas y egagrópilas
- Elaboración de bombas de semillas Nendo Dango
- Rutas guiadas por árboles singulares de la ciudad
- Talleres de cocina sostenible y hábitos responsables
- Escape game medioambiental en centros educativos
- Itinerarios urbanos de rastreo con huellas y murales
Además, desde Instagram (@huerteco) lanzamos el Reto Zero Waste Burgos, una campaña digital que propuso 15 mini-desafíos para reducir residuos desde casa. Cada reto incluía una acción concreta, un consejo práctico, un dato curioso y la visibilización de entidades locales que ya están impulsando el cambio.
Se mencionaron más de 80 proyectos y comercios de Burgos, generando sinergias y fortaleciendo el tejido local comprometido con la sostenibilidad.
Entre los retos destacaron propuestas como reflexionar sobre la basura diaria, evitar plásticos de un solo uso, comprar productos locales, reutilizar creativamente, cocinar sin desperdicio o reparar en vez de tirar.
El reto generó participación activa, reflexión cotidiana y una red de intercambio entre personas comprometidas con el cambio. Con un enfoque creativo, emocional y colaborativo, demostró que reducir residuos es posible desde lo cotidiano.
Más de 100 personas han participado en las actividades presenciales y digitales, redescubriendo su ciudad desde una mirada más consciente y conectada con la biodiversidad urbana.
Algunas acciones quedarán de forma permanente, como los murales de fauna local y los itinerarios de rastreo, que convierten el espacio urbano en un aula viva.
Gracias al Ayuntamiento de Burgos por confiar en nuestra forma de hacer educación ambiental: con las manos en la tierra, la mirada en el entorno y el corazón en la comunidad.
EcoBurgos 2.0 termina, pero el cambio sigue. Porque sembrar conciencia es sembrar futuro.


























































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