Rana Verde
¡Te estaba esperando…!
Soy la Rana Verde ó Pelophylax perezi, ¿quiéres saber más sobre nosotras?
Vivimos siempre cerca del agua, charcas, ríos humedales…Solemos pasear entre las piedras que sobresalen de la superficie o en las rocas de la orilla. Allí tomamos el sol a la espera de que pase algún insecto.
Cuando es el humano el que pasa nos veras saltar para zambullirnos con rapidez en el agua para ponernos a salvo. Allí permanecemos unos minutos, asomamos la cabeza para ver si ha pasado el peligro y te miramos con nuestros peculiares ojos de pupilas ovaladas y el iris amarillo. Nuestra piel, aunque nos llaman rana verde, puede ser a veces de tonos parduzcos, y es una parte importantísima para nosotras porque nos sirve para respirar; aunque tenemos pulmones los utilizamos solo para casos de “máximo esfuerzo” como huir o copular.
Nuestras patas traseras son bastante grandes y musculosas para que podamos saltar, y tenemos, como los patos membranas interdigitales para bucear y nadar con mucha efectividad. Los humanos nos habéis cazado para comeros nuestros muslitos, el tradicional plato de “ancas de rana” que decís que sabe a pollo…
Nuestras patas traseras son bastante grandes y musculosas para que podamos saltar, y tenemos, como los patos membranas interdigitales para bucear y nadar con mucha efectividad. Los humanos nos habéis cazado para comeros nuestros muslitos, el tradicional plato de “ancas de rana” que decís que sabe a pollo…
Lo que nosotras comemos principalmente son insectos -moscas, mosquitos, libélulas-, aunque estén provistos de aguijones, como las avispas, nos da igual, nos lo comemos todo y sin masticar nos lo tragamos! También atrapo caracoles, lombrices de tierra y arañas que merodean por los alrededores del agua. Nunca ataco a un animal inmóvil, porque reconozco a los seres vivos por sus movimientos.
Cuando llega el invierno bajo el ritmo y me acurruco bajo el lodo de las charcas y se aletargo hasta la primavera, la época de celo. Es entonces cuando empezamos la fiesta y celebramos reuniones croando como locas durante el día y la noche en las orillas de las charcas. Las hembras ponen entonces miles de huevos pequeñísimos, milímetro o milímetro y medio, envueltos en una sustancia gelatinosa. De ellos nacen renacuajos, coleteando con sus colitas para empezar a nadar y a comer algas y partículas que encuentren por el agua, puesto que a la tierra aún no están preparados para salir. ¿Por qué? Porque de pequeños no tienen patas ni pulmones. Es a los tres meses cuando estos pequeñines se metamorfosean y les van saliendo primeramente las patas traseras y luego las delanteras, al mismo tiempo que sus branquias se atrofian y dan paso al desarrollo pulmonar. Finalmente, sus colas, que eran sus órganos natatorios, desaparecer.